29 octubre 2006

PRODUCTOS SIN SALIDA. Sociedad

He de decir que me gusta Operación Triunfo. Los melómanos nos excitamos con casi cualquier cosa que tenga un poco de ritmo, música y armonía. Y una parte de Operación Triunfo tiene eso: mocetes y mocetas, cantando, o dando el cante, con mejor o peor fortuna. Pero, al fin, algo entretenido. Felicidad y abundancia, vamos. La otra, la cara del negocio, es una cosa muy distinta. El negocio de Operación Triunfo no está tanto en que la gente vea el programa, sino en encontrar talentos que vendan discos, o lo que sea… Se buscan “bisbales”, en una palabra.

He seguido puntualmente los casting y, definitivamente, entre lo que se puede ver, siempre hay alguna chiguita marchosa en edad merecedera. Algún chiguito majetón y wapo (como escriben ahora los críos los SMS). Y, al final ¿qué?: un puñado de indocumentados que ni una cosa ni la otra. Decepcionante. Aquí no hay verdaderos talentos, y aunque los haya, no se van a comer un rosco. No es por agorero, pero la experiencia de los años anteriores me avala. Por eso, creo con pleno convencimiento, que los responsables del casting de OT la han jiñao un año más.

La clave está en la expresión: “producto con salida”, que también tengo que reconocer me entusiasma. “Productos con salida”. Eso es lo que se busca. Es decir, productos que cuando salgan de esta academia catódica tengan salida, o sea, que los compre alguien. Los productores de Operación Triunfo son dueños de un negocio. El negocio consiste en buscar, no sublimes cantantes, sino “productos vendibles”. Productos con salida. ¿Cómo conseguir esto? Fácil: eligiendo bien (a) los productos. Tratando de marginar criterios puramente humanos y lacrimógenos, aunque siempre se cuele el típico “gordito/a” que tiene muy buena voz y cae bien…, bla-bla-bla. Productos sin salida. Las niñas de 12 a 18 años (target exclusivo del producto) no empapelan sus alcobas con estampitas de aquellos que “les caen bien”, sino con los que les ponen, qué coño. Idem para los niños, aunque estos suelen ser más sofisticados en la elección del soporte en el que gozar (y regodearse) con la visión de la chica deseada: la red, y el mundo de las fotos trucadas. En definitiva: los directores de casting de OT son absolutamente nefastos! No tienen “productos con salida” y con eso no pueden hacer nada. El público está deseando comprar, pero alguien le tiene que ofrecer algo con lo que empapelar sus sueños.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se necesitan productos con salida... para salidos.

Your dear friend.