21 enero 2007

HACIA UNA UNIÓN GLOBAL. Política

Puede que resulte cercano a la ciencia ficción pedir un acercamiento entre el PSOE y el PP, pero es necesario. Es necesario aunque sea en los mínimos. Pero parece que ni en eso. Los militantes y adeptos del PSOE sostienen con vehemencia que la culpa es del partido de Rajoy, y los seguidores de este que la culpa es de aquellos. ¿Quién tiene razón?

La confrontación les favorece a ambos, no nos engañemos, sobre todo respecto de sus votantes fieles. Ahora bien, la discrepancia entre estos dos partidos le conviene infinitamente más al PSOE que al PP. El PSOE sabe que en cualquier momento puede aliarse con cualquier partido, partidito, partidillo o partiducho que le salga al paso y le ofrezca un par de escaños, sea aquel de la orientación que sea, porque el PSOE: escrúpulos pocos. El PP es el apestao. El judío en la Alemania nacista, el blanco en el Harlem neoyorquino, el negro del aparheid. El PP no tiene a nadie, el PSOE puede contar con todos. Es una alianza interesada, naturalmente. Los partidos minoritarios (aunque prefiero llamarlos marginales) saben que con el PSOE lo tienen todo ganado; saben que el PSOE es una tómbola de rebajas, una casa de holganza en Cuaresma, un sindiós.

Sin embargo, tanto el PSOE, especialmente, como el PP, deben tener en cuenta que sus votantes están muy cerca ideológicamente los unos de los otros. Es más, el PSOE debería tener en cuenta que están donde están gracias al trasvase de votos que les llovió el 13-M de 2004. Es decir, aunque el PSOE no lo quiera saber, tiene votos del PP, es más, tiene el voto oculto del PP. Es curioso, pero sólo el PP tiene voto oculto, es decir, el voto de aquellos a los que les da vergüenza confesar que han votado al PP. Y otra cosa debería saber el PSOE: esos votantes que el 13-M por la tarde decidieron votar al PSOE están casi convencidos de que van a volver a votar al PP en las próximas generales. Pero al PSOE le da igual; le da igual conseguir 5 diputados menos que el PP, porque aún tendrían la posibilidad coaligarse con el desaprensivo republicano y/o comunista y/o etnocentrista de turno.

¿Y del pacto global entonces? Mucho me temo que nada de nada. Salvo que el PSOE se dé cuenta de todo esto y reaccione para conservar a esta estirpe oculta.

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