21 junio 2005

LITERATURA CATALANA. Sociedad

Los de Esquerra Republicana de Cataluña, además de a la política-ficción podían dedicarse a dos cosas: a tentar reses en una dehesa o al espectáculo circense. Lo de la tienta no lo veo probable porque con lo antitaurinos que son, pues vaya…Pero lo del espectáculo de feria no deberían desdeñarlo. La última jaimitada de los de Carod (o como se llame) la patrocina una tal María Mercè Roca (cómo no, porque si ustedes conocen a alguna catalana que no se llame Mercè, Montse –léase Munse- o Nuria, desconfíen directamente de ella). La sujeta en cuestión, que además de parlamentaria de ERC se conoce que también es escritora, ha dicho que “la literatura catalana es la que se escribe en catalán y lo demás que se pueda hacer es otro tipo de literatura”, y añade para más inri: “No es natural que haya escritores en Cataluña que escriban en las dos literaturas (es decir, en las dos lenguas), porque el bilingüismo es fruto de una cultura desfavorecida, de una falta de libertad”. To-ma-cas-ta-ña, ahí va eso. ¿Qué te parece? Vamos a ver: ¿qué es eso de que escribir en español sea fruto de una cultura desfavorecida?, ¿qué tipo de razonamiento “desfavorecido” y analfabéticamente funcional puede concluir que no escribir en castellano es consecuencia de la falta de libertad?

Se cuenta que el escozor que padece esta sujeta tiene su origen en el Sant Jordi pasado en el que ella y otros del mismo palo estaban firmando sus libros tan tranquilamente hasta que llegó Boris Izaguirre. La aparición del inefable personaje excitó a los transeúntes que se abalanzaron hacia el puesto en el que se situó para que les firmarse su libro. Esto supuso, según relata la propia Roca, que la fila que se formó los parapetara tras la incontrolada muchedumbre, hasta el punto de que la tal Mercè y sus colegas se tuvieron que ir “por piernas, antes de que el alud nos rompiera la mesa y nos hiciera daño”, según confiesa. Nótese el encono que emplea la víctima para dejar bien claro que la marea humana constituía un “alud”, que estuvieron a punto de “romper” no se qué mesa (habría que ver la mesa…) y que les iban a hacer daño. Sin comentarios.

Lo que yo me imaginaba: una conspiración anticatalanista para reventar la onomástica de Sant Jordi urdida por la extrema derecha (o sea, Aznar) contra unos escritores que, lejos de no ser “naturales”, el único delito que han cometido es escribir en la lengua de Pla. Eso sí, los que no escriben en catalán no son catalanes. Lo dicho: o al circo, o a tentar reses, porque el morlaco, sólo con verlos, bufaría con el mayor de sus odios.

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