29 junio 2005

ZP SALE DEL ARMARIO. Política

“Ay va! Si Zapatero es maricón”, exclama un crío delante de mí al ver la portada de “Zero” de este mes. “Anda, pues sí”, responde uno de los amiguillos que le acompañaban. Y es que los críos, a lo mejor no se saben la tabla del 9 pero lo que sí saben es que el que se retrata en la portada de esta revista es que acaba de salir del armario, o sea, que quiere gritar a los cuatro vientos que es maricón, como dice el niño. Y es que famosas fueron ciertas portadas de conocidos y espléndidos profesionales (famosos) que hartos del olor a alcanfor se decidieron, por una razón u otra, a ponerse las plumas en la cabeza y a entonar eso del “At first, i was afraid i was petrified…” y tal.

Pero hay algunos, que no contentos con aparecer en la portada una sola vez salen del armario las veces que sea necesario. Es el caso de ZP que en su primera aparición se limitó a decir que “Matrimonios sí, adopción, ya veremos”. Y vamos si se ha visto. Aún recuerdo eso del “amplio consenso” al que subordinó la adopción de niños por parte de las parejas homosexuales, y ahora que tiene unos aliados en el Congreso de torcidas intenciones puede hacer y deshacer lo que quiera o lo que le dejen, que esa es otra. En la carta que escribe en el ejemplar de este mes (porque no dudo que la haya escrito de su puño y letra: la redacción es de un nivel preescolar) hace gala de toda esa terminología de la que han presumido siempre los progres y que no voy a reproducir por su escaso significado. Dice que “el matrimonio entre personas del mismo sexo consolidará a España como símbolo de paz […]”. Y digo yo: ¿qué c...ñ… tendrá que ver que se casen dos gayses con la paz? Y añade: “esta ley nos hará mejores como país”. O sea, que de lo que se trata básicamente es que todo el planeta se de cuenta de lo progres que somos, o qué.

Entre la verbena de ocurrencias que explica en su artículo también asegura que el matrimonio de los homosexuales (no aclara si también la adopción de criaturas) “emana del espíritu mismo de la Constitución […]”. Lo que nos faltaba, que ZP se meta a exegeta de la Carta Magna. Pero si no sabe ni el significado de “nación” (que es el art.2) cómo va a hacernos creer cuál es el espíritu de aquella. Cómo c…ñ… puede sostener personaje semejante cuál es el espiritu de inspira a la Constitución. Y si lo sabe: que escriba una carta y no la envíe a “Zero” sino que a Maragall, Carod (o como se llame), Ibarreche, Otegui (con el que se reúne “en secreto” Eguiguren), Quintana (con el que en las próximas fechas celebraran su primer aquelarre de meigas), y los ridículos de la mochila y la guitarra desafinada. A todos ellos es a los que les tiene que explicar qué es la Constitución y qué tienen que hacer para que haya “paz”, como machaconamente repite ZP en el artículo del “Zero-ZPero”.

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