
El Gobierno temía que si se les hubiera suicidado el bueno de Iñaki, eso hubiera sido el detonante y causa de otras muertes (por atentado criminal, se entiende). Total, que el Gobierno se pliega al chantaje de “si se muere De Juana, volveremos a matar”. Lo más dramático de esto es que habiendo cedido una vez a un chantaje de tan baja estofa, ZP tendrá que hacer lo mismo ante cualquier otra amenaza que le propine la ETA. ¿Navarra, por ejemplo?
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