
A mí me da que Pepino es de esos que en las cenas de navidad es el primero en atarse la corbata a la cabeza y empezar a bailar la conga. Eso no es malo, cuidado. En todos los reinos medievales había un bufón que hacía reír a la corte. Un personaje indispensable.
Claro, según se cuenta, Pepiño no ha pasado de primero de Derecho por la UNED. A-ca-bá-ra-mos, así lo podemos explicar todo: el guaperas de Ferraz se cree que si una empresa o una simple asociación (como es un partido político) deja de pagar sus deudas, lo único que tiene que hacer es cambiarse el nombre o las siglas. Eureka! Qué listo es Pepino, madre. Así que ya saben ustedes: si tienen una deuda y no quieren pagar, cámbiense de nombre. Por ejemplo, usted pide un préstamo de 50 millones a la Caixa (digo, por poner) para comprarse un piso. Bien. No se azore, devolver el crédito no es obligatorio. Que usted se llama Francisco, se cambia el nombre y se pone Samantha (digo, por poner). Si le llegan unas cartas de la caja exigiéndole el reembolso, usted como si nada. “Aquí no vive ningún Francisco”, responda, “aquí sólo vive Samantha”. Punto. Este Pepiño es un genio, madre.
La cosa es que sus colegas del PSC en vez de cambiarse el nombre le han aprobado una OPA a “Pedo Natural” (La Caixa; digo) para que se zampe a “Endesa”.
Las relaciones crediticias nunca serán lo mismo a partir de ahora. Qué listo, madre, qué listo!
1 comentario:
Opportunities lost by Fidel Castro
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