Hay que reconocer que la manida metáfora de los “cocinados” del CIS es bastante pánfila. En cualquier caso, la encuesta que acaba de aliñarnos ha añadido unos ingredientes (por seguir el rollo metafórico) que a uno le dejan “como un poco así”, ¿me explico, no? Pues eso. Dejando al margen el descenso de popularidad (término muy americano, por cierto) de nuestro único líder, la cosa es que el CIS ha incluido el “revisionismo histórico parcial”. Vamos, que es como en esos restaurantes (por abundar en la metáfora) en los que pides cualquier cosa y el camarero te responde que no les queda; te decides por otra opción del menú, y lo mismo. El CIS, igual. Ahora le ha dado por preguntar por las víctimas de la guerra civil. Tóquese el níspero, Don Agapito. Que si se han cometido injusticias por el olvido, que si fueron caídos en ambos bandos y no sé cuantas tonterías más.
Esto de los “menús parcialmente mutilados” es la pera. Vamos a ver, por ejemplo, el abuelo de un servidor fue a la guerra con 16 años, en el bando nacional porque aquí le tocó (a pesar de que sigue siendo más republicano que la Marsellesa). Bien. Si a mí abuelo le preguntas sobre estas cosas, lo más probable es que te diga que no se acuerda. Durante la guerra estuvo en Segovia, Burgos y Albacete. Pero ya no se acuerda mucho, ni quiere. Hombre, las batallitas han sido inevitables, pero lo típico.
El revisionismo histórico al que tan aficionado es nuestro Gobierno no sólo es peligroso y poco recomendable, sino que además fomenta el “contra-revisionismo contra-histórico”, o lo que es lo mismo, la revisión de la historia, pero de otro tramo de la misma. Es decir: ¿por qué no pregunta el CIS por la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas?, ¿por qué no se pone a encuestar sobre las guerras carlistas, 3 guerras, 3?, ¿por qué no pregunta sobre la opinión que tiene la gente de la República?, ¿de la primera o de la segunda?, ¿de la española o de la romana previa al imperio?, ¿por qué no nos consulta sobre la guerra de sucesión, el Archiduque Carlos, y Felipe V?, los nacionalistas están con ello todo el día. En definitiva, ¿por qué no dejan de hacer el lila con estas insensateces que no conllevan nada positivo? ¿Por qué no nos preguntan por las listas de espera para los médicos especialistas?, ¿por qué no nos preguntan por el Estatut de Cataluña y sobre el concepto que cada cual tenga de la nación, o de su nación?, ¿por qué no preguntan por aquello de lo nos gustaría ser preguntados?
Lo único que nos ha interesado de las aventuras de mi abuelo en la guerra fue si mató a alguien. Es lo que le hemos preguntado toda la vida. Y siempre nos ha contestado lo mismo: no. Siempre le hemos creído. Y desde que dejamos de ser críos no hemos insistido más, que es lo que deberían hacer otros.
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