
Pues bien, este cariño que profesa nuestro Gobierno por el totalitarismo comunista del otro lado del Atlántico también es compartido por otros “ilustres conocidos”. La plataforma Euskadi-Cuba se personó en la capital castellana, con Otegui a la cabeza, para jalear a estos revolucionarios caciquistas. La plataforma la forman nada más y nada menos que Batasuna, Esker Batua, el Partido Comunista de España y Aralar, entre otros. Casi nada. Lo mejor de todo es que si entras en la página de estos revientacerrajas se pueden leer una serie de lemas a favor de la libertad de expresión; sí, sí, como suena. Supongo que se refieren a la libertad de expresión de Cuba, en la que las cárceles están llenas de expresión. Dígase lo mismo de Marruecos, ya que lo he citado. Y voy a lo de siempre: ¿se imaginan ustedes a Aznar como presidente invitando a Pinochet y a Videla para abrazarlos, y que se dieran cita, además, Fuerza Nueva, el partido nazi de España, y las Brigadas de los Camisas Negras del Lazio?, ¿se lo imaginan?. Yo tampoco, y perfiero no imaginármelo. La cuestión es que no me hace falta imaginarme que unos dictadores impíos se reunen en Salamanca para defender los derechos humanos y unas cuantas mandangas más para volver a sus países y seguir metiendo a la disidencia en la trena y eliminar la propiedad privada.
Qué coincidencias más raras tiene ZP, ¿no? Porque si es verdad eso de “los amigos de mis amigos…” tendremos como resultado lo que ustedes acaban de deducir. Qué desastre...
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