12 septiembre 2005

EPIDEMIA. Política

Dice el refrán que todo se pega, menos la hermosura. Ahora, en España hay epidemia, una epidemia en la que todo se pega menos el sentido común y la vergüenza. Me enterado de que existe un proyecto de reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía en el que Izquierda Unida y el Partido Andalucista defienden que se califique a esta Comunidad como una “nación”. Efectivamente, hay epidemia de imbecilismo, patología altamente contagiosa que se propaga entre ciertos partidos políticos como un pedo en un ascensor. Es el mundo al revés. ¿Alguien se imaginaba que un partido como Izquierda Unida, de postulados comunistas y de progresismo zafio, pudiera apoyar que Andalucía se calificase de “nación”? La respuesta la sabemos todos: no. Cambiemos la pregunta: ¿qué pensaríamos si el PP defendiese el término nación para que se incluyera en la nueva Carta de autonomía andaluza? Respuesta: que son unos fachas, y que han vuelto al brazo en alto y a la trinidad “Dios, Patria y Justicia”. En cambio, ahora el trapicheo de la terminología nacionalista es una actividad reservada al gremio progre, o sea, el socialismo en todas sus variantes y mutaciones. Lo dicho, el mundo al revés. Cuidado, no pensemos que el PP andaluz y el PSOE andan lejos de estas ocurrencias en esta ocasión. Qué va. Ambos partidos sostienen que la fórmula más conveniente sería la de denominar “nacionalidad histórica” a la región andaluza. Es decir: para el caso, patatas.

La epidemia de la inventiva terminológica política no tiene fin. Yo no sé, francamente, qué significa eso de “nación”, y mucho menos el adjetivo “histórica”. Si nos ceñimos al aspecto semántico, el término “histórico” no significa otra cosa que la correspondiente Comunidad “tiene historia”. Vamos, digo yo. No, si ya sé que detrás de la palabrita, agazapada, se halla la intención, ya. Pero resulta tan sumamente pueril y circense andar regateando adjetivos para rascar algún privilegio que otro, que yo ya no puedo, de verdad.

Lo curioso es que Andalucía se meta en este fregado. Andalucía es una comunidad “histórica”, es verdad. Tan verdad como que lo es Cataluña, Navarra, Baleares, La Rioja, y así hasta 17, más Ceuta y Melilla. Cierto. Pero no me deja de llamar la atención que a estas alturas de la película la Comunidad del ilustre Chaves venga con lo del historicismo. Ya me lo imagino: el Califato, las Taifas (de las que el presidente regional sabe mucho), la judería conversa, el Reino de Granada, Bin Laden… ¿Bin Laden?

Hombre, la morería dejó sus monumentos desde Cádiz a Zaragoza, pero también ha dado célebres villanos. Lo mismo que la gitanería andalusí: mucho arte y mucho salero pero con el peine en un bolsillo y la cheira en el otro.

Si es que uno se pone a intadagar con quién se acostó su tatarabuelo y resulta que se lo montaba el Imán de la Mezquita de Córdoba. Joder con la “historia”. Pero todo sea por la “nación”, qué coñe.

No hay comentarios: