soberbios del país (del Estado, dirán estos últimos). Hoy es Salamanca, pero mañana querido lector, será Logroño, Soria, Teruel (si es que aún existe para entonces) o cualquier otro villorrio ignoto. Y por si fuera poco, la ministra de incultura, apostilla (o mejor, apuntilla): este expolio se ha perpetrado para “permitir que nadie más haga política de enfrentamiento de unas comunidades autónomas con otras (sic; será “contra” otras), y de unos españoles con otros (sic, idem)”. Vergonzoso, lo dicho.Y a todo esto, Jesús Caldera oriundo de la ciudad castellana, parece que aún no ha sido encontrado cadáver. En su época en la política regional sentenció que esos papeles sólo saldrían por encima de su cadáver… Vergonzoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario