
Una vez más, nuestro socialismo real pretende inmiscuirse hasta en el tuétano (y el lecho) del ciudadano (súbdito siempre, y subordinado a sus designios, por mor del socialismo universal). Si al Burger le prohíbes la Burger XXL king-size, inventan la Doble Whopper. Si prohíben ésta (que ya lo han hecho), los publicitarios de la casa sacan la Triple Whopper. Y si ésta, como es previsible, es también vetada por la señá Ministra, el King de los burgers lanzará la Triple Whopper XXXL king size extreme. Y si ésta, como también es de esperar, es atacada por sanidad, lo más probable es que podamos comernos una magnífica e hipercalórica Triple Whopper XXXL king size ultra-extreme summun ne va plus, o sea… Y así sucesivamente, hasta que el comando anti-Whopper acabe dándose cuenta de que si bien prohibir es fácil, prohibir con rigor y criterio es algo más complicado. Si estas magníficas y calóricas hamburguesas son tan letales como dicen, que las prohíban, pero que prohíban su tráfico, como prohibido está el tráfico de la droga y el de fármacos fuera de un recinto farmacéutico.
Si son tan nefastas, que las prohíban, pero que no sean tan cretinos de permitir que sigan en las sartenes de estos fast food bajo riesgo del destino fatal de sus clientes.
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