DRAMA ECOLÓGICO. Política

Ya huele lo del helicopterito, ¿no?; a la cosa no hay que darle más vuelta: sea lo que fuere, la cuestión se reduce lamentablemente a que unos trabajadores han fallecido en el cumplimiento de su misión, cosa, por cierto, que nos puede ocurrir a todos en cualquier momento. Una vez dicho esto, creo que el verdadero drama están siendo los incendios de este verano. Arde toda España, y parece que a nadie le importa. El PSOE, con su talante irresponsable habitual, y el PP afanándose por atacarles con lo de los militares muertos en Afganistán. Qué cansos! Más les valdría volcarse en el tema del fuego, porque según datos del Ministerio de Agricultura, actualizados a 14 de agosto, ya han ardido 107.500 hectáreas!!. A ello hay que añadir lo se ha quemado entre esta fecha y el día de hoy, 25 de agosto, estimado en unas 20.000 hectáreas, especialmente en Galicia, donde la situación es dantesca, como antes lo ha sido en Guadalajara, Huelva, Almería, El Bierzo, etc. En total, 1.279 denuncias y 1.845 focos atendidos por la Guardia Civil, de los cuales llama la atención, que la mayoría de ellos sigan debiéndose a accidentes y negligencias, mientras que 125 de ellos hayan sido intencionados. Esto es sí es verdaderamente dramático. ¿Pero qué concepto tenemos de la naturaleza?, ¿qué mierda de conciencia ecológica tiene nuestra sociedad? Porque esa es la premisa de la que debemos partir.

La otra cuestión es la de la respuesta de nuestro Gobierno ante esta hecatombe. Una cosa es modificar el código penal para incrementar las sanciones a los pirómanos y otra muy distinta, y mucho más importante, es que una vez que ya se ha declarado un incendio de estas características alguien se ocupe de mitigarlo. O dicho de otra forma, el cacareado Plan Especial de Previsión de Incendios interministerial ha resultado totalmente inutil.

Ahora sí que echo yo de menos las manifestaciones del “nunca más” y de todas esas movilizaciones del gremio “artístico” patrio que tan de moda estuvieron en otra época no muy remota. Es vergonzoso que nadie le dé importancia a esta catástrofe: vergonzoso por parte del Gobierno, por no actuar con la más mínima eficacia; vergonzoso por el silencio de los titiriteros y demás post-progresía rancia; y también es vergonzoso que el Partido Popular se enrede en batallas en “desiertos lejanos” y no le hinque el bisturí al Gobierno para rajarlo políticamente, desde la cresta hasta el meñique del pié.