19 mayo 2005

CUERDA DE PRESOS. Política

El acuerdo al que han llegado todos los grupos del Congreso para negociar con la ETA ha dado pie para todo tipo de interpretaciones. Parece que nadie le niega a nuestro presidente por accidente la opción que acaba de tomar. Se dice que todos sus antecesores en la jefatura del gobierno intentaron, de una u otra manera, acercarse a la ETA para llegar a acuerdos concretos. El traído argumento de que los enviados de Aznar se reunieron en Suiza con unos etarras, ha servido a los que defienden sin ambages las conversaciones con esta cuerda de presos para tomar, sin meditar sus consecuencias, esta siniestra decisión.

Hace una semana, la posibilidad de hablar con la ETA resultaba inasumible, no sólo por la naturaleza de los interlocutores sino porque se previa cuáles iban a ser las peticiones de los terroristas. Hoy, aquella posibilidad ya no existe: las exigencias de Otegui de que cesen los juicios y la persecución contra unos criminales y de que se relegalice EH, supone la presentación a las claras del peaje que deberá pagar el que quiera negociar con ellos. ZP hoy ya no puede hacerse más el ingenuo, todos sabemos qué piden los batasunos, y si alguien se sienta en la misma mesa que ellos es porque es bien consciente de lo que va a tener que sacrificar. A día de hoy ya no se pueden desconocer, pues, las condiciones por las que tendrá que pasar el que quiera hacerse el héroe.

A todo esto Pilar Manjón, presidenta (sindicalista liberada de CCOO) de la asociación de víctimas del 11-M, declaró ayer que no tiene nada que decir sobre el dialogo con la ETA porque a ellos lo único que les interesa son Al-Qaeda y el terrorismo islamista, que sobre el terrorismo vasco no tienen competencia. Vamos, que no les interesa lo más mínimo. Magnífico gesto de solidaridad de una persona que representa a los masacrados el 11 de marzo y a la que le da de lado lo que puedan estar sufriendo otras muchas víctimas de una enfermedad que lleva sometiendo a España desde hace 30 años. ¿Querrá la señora Manjón que otros se solidaricen con su causa?

La “coherencia” es una palabra de intrincado significado, sobre todo para algunos (y algunas).

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