Por lo visto, Cataluña amamanta a gusanos como el tal Oriol Malló, que vomitó a gusto toda la hiel en un artículo publicado en el “Avui” contra los firmantes del manifiesto por una concepción política de izquierdas no nacionalista en la patria de Carod y Maragall, y en especial contra Boadella, Espada y Azúa. El recurso al apelativo “facha”, “falangista”, “nazi” y “fascista” (entre los más socorridos) no hay catalán ni progre socialista que no resista a utilizarlo frente a todo aquel que no piense lo mismo que ellos, ya vivan en la misma Barcelona o en Parla. Lo malo es que el 99% de sus lectores habrán tenido que buscar en el diccionario (si es que lo tienen) lo de “taxidermista”, porque la imaginación de este berzas no parece que dé mucho más de sí.
La barbaridades que pueden leerse en este excremento periodístico de opinión totalitaria y típicamente nazi, en este caso sí, pone los pelos de punta. Y digo lo del nazismo porque el “marcar al rojo vivo” a los disidentes del integrismo catalán aún es peor que los tatuajes con los que se señalaba a los judíos en los campos de concentración.
Una vez que terminé de leer esta diarrea de letras me pude imaginar la preocupación en la que se encontrarán los señalados por la uña del susodicho. Fiel a la táctica de la extorsión etarra, se apunta a la presa y no se cesa hasta que la eliminan o le hacen reconsiderar que no deba permanecer por un minuto más en Euskadi. Así de simple. Me gustaría saber qué tipo de institución pública cobija a este tipo de cretinos, quién le avala los intereses, quién le permite que pueda decir este tipo de atrocidades y nadie lo meta en prisión provisional antes de que se saque la tirada del “Avui” correspondiente. La Generalidad y su espuria conmixtión política debería decir algo al respecto, decir y hacer algo al respecto. Y lo han dicho. Bargalló con una admirable sentido autocrítico apuntó que el "artículo estaba pasado de vueltas". Y tanto, como ellos. Y aclaran los chicos de ERC que el autor del libelo es afiliado de su partido "pero que no paga la cuota". Ah, bueno eso lo explica todo.
Dicen los ofendidos que interpondrán una querella contra el nauseabundo personaje. Eso sí, yo, después de haber leído esa hez y tras sopesar la amenaza que ello supondría para la seguridad de mi familia me iba directamente a por el tal Oriol para ejercer mi derecho de réplica…pero sin escribir nada, eh.
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