Según el CIS, ZP ha perdido en una año un 18 % de confianza entre los ciudadanos (se entiende que entre aquellos que la han tenido alguna vez, claro). Pero ZP hace oídos sordos y le da de lado lo que diga la encuesta. Él, a lo suyo. Supongo que el psicoanalista le aconseja que para superar sus limitaciones tiene que hacer no sólo como si no las tuviera, sino además pensar que es el mejor, el elegido, Supermán. Si no, no me explico lo soberbio que está el pollo. Dijo ayer en Valencia que “después de un año en el poder seguimos aumentando en el apoyo popular y eso es producto de que hemos sabido […] gobernar pensando en la gente”. Lo dicho: que o este está en batuecas, o que sigue los dictados del psicoterapeuta. Y eso que la encuesta es de CIS, que si llega a ser de El Mundo, ABC, La Razón o cualquier otro diario no perteneciente al clan prisáico, aún lo hubiera tenido más fácil: podría alegar que se trata de una maniobra de descrédito vilmente ideada para su derrocamiento. Pero no, la encuesta es del Centro de Investigaciones Sociológicas. Oficina no autónoma dirigida por los sucesivos Gobiernos de turno especializada en el servicio de encuestas a la carta.
La frase de Zapatero, sin embargo, me da que pensar. Por un lado, lo de “después de un año en el poder…”. Y subrayo lo de poder porque si se escuchan las palabras de este gran líder mundial durante todo este año, puede apreciarse que la palabra poder es la palabra con la que ZP significa lo que otro denominaría gobierno. Dicho de otra forma, el presidente socialista confunde los términos poder y gobierno (aunque vayan unidos). De ese binomio, a él sólo le interesa el poder. No el gobierno, sino el poder que conlleva el gobierno. Está obsesionado con el poder. Pero debe ser una especie de lapsus freudiano, así que no se lo tendré en cuenta, aunque lo dejo caer.
Y lo segundo que me sorprende es eso de que en este año “han aumentado el apoyo popular”. Como ya hemos visto que Zetapé pasa directamente de la encuesta, la única explicación que encuentro a esta afirmación es que, en efecto, ha aumentado el apoyo popular, pero no el suyo sino el del Partido Popular. En eso sí que tiene razón. Es lógico: a la vista de lo hecho hasta ahora, el apoyo popular va seguir aumentando, sin duda. Pero aumentando a medida que vaya menguando el que le dieron a él. Pero nada, no se preocupe su Excelencia: si sigue las recomendaciones de su psicólogo podrá continuar pensando que, a pesar del CIS, sigue siendo el mejor.
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